Ex-libris

Nació en Burgos en 1577 como Pedro Medina Manrique, era familia de Alfonso Manrique, inquisidor general y arzobispo de Sevilla. A los 13 años entra en el convento de Santiago de Alcalá de Henares y dos años después toma hábitos en el de Huerta, el 9 de abril de 1592, profesando un año después. Estudió teología en el colegio cisterciense de san Bernardo, en Salamanca. Es maestro en teología en 1613 y en 1621 accede a la cátedra de filosofía moral en la Universidad salmantina. Es a la vez definidor y consejero de la congregación de Castilla, y abad general entre 1626 y 1629. Es predicador real en 1636 aunque sigue enseñando en Salamanca. Toma posesión de la silla episcopal de Badajoz en 1645. Enfermo, preside el sínodo de 1648 y muere al año siguiente.

En cuanto a su producción, fue conocido por sus Annales cistercienses, de 1098 a 1237, época dorada de la orden religiosa. Dispuso de manuscritos de Salamanca, Francia, Flandes, Alemania e Italia aunque manejó también fuentes dudosas, como la Crónica de Cister (1602) de Bernardo de Brito, de poco valor histórico. Sus Annales aparecieron en Lyon entre 1642 y 1659. También publicó Meditaciones para los días de la quaresma (Valencia, 1613), Laurea evangelica (Barcelona, 1608) y Sermones varios (Salamanca, 1620). Fue Manrique una gran personalidad cisterciense.