Ex-libris

Jurisconsulto, fue Oidor de la Real Audiencia de Sevilla y ocupó otras dignidades en la ciudad, en la que impulsó la creación de la Academia de Bellas Artes (1759) pues tenía inquietudes humanistas y en bellas letras. Bibliófilo, perteneció al núcleo de ilustrados que en Sevilla estuvieron activos, como el conde del Águila, que tenía tertulia en la que les reunía. Escribió algunas obras de estilo ilustrado: Reflexiones sobre las artes mecánicas, Apéndice a la educación popular e Informes sobre la ley agraria. Su biblioteca particular parte de la de su padre, pero la amplió muy notablemente, hasta constar de unas 3500 piezas. Pasó a la Real Biblioteca a su muerte y se constituía con frecuencia de piezas interesantes, como incunables y postincunables, además de otros impresos del XVI de relieve tipográfico. También tuvo muy notables manuscritos, como el Libro del Tesoro de Bunetto Latini (RB, II/3011). Muchas de sus compras procedían de colegios jesuíticos que dispersaron sus fondos tras la expulsión de España de la Compañía en 1767, caso del de san Hermenegildo, en Sevilla, el de Carmona y otros colegios andaluces. En 1999 la Real Biblioteca editó el catálogo de sus libros en una cuidada edición a cargo de María Luis López-Vidriero, que realiza una aproximación preliminar junto al prólogo de Francisco Aguilar Piñal. Asimismo, tuvo Bruna notable monetario del que se conserva inventario en la Universidad de Sevilla (331-225), pero que fue dispersado en Inglaterra y antes por la Guerra de la Independencia.

López-Vidriero, María Luisa (Dir.), Los libros de Francisco de Bruna en el Palacio del Rey. Sevilla : Patrimonio Nacional : Fundación El Monte , 1999

Morales Borrero, Consolación, "Sobre algunos libros de la Biblioteca de Francisco de Bruna", en VV.AA., Primeras Jornadas de Bibliografía. Madrid, Fundación Universitaria Española, Seminario Menéndez Pelayo, 1977, pp. 603-620

Romero y Murube, Joaquín, Francisco de Bruna y Ahumada. Sevilla, [Ayuntamiento, Delegación de Cultura], 1965

Jurisconsulto, fue Oidor de la Real Audiencia de Sevilla y ocupó otras dignidades en la ciudad, en la que impulsó la creación de la Academia de Bellas Artes (1759) pues tenía inquietudes humanistas y en bellas letras. Bibliófilo, perteneció al núcleo de ilustrados que en Sevilla estuvieron activos, como el conde del Águila, que tenía tertulia en la que les reunía. Escribió algunas obras de estilo ilustrado: Reflexiones sobre las artes mecánicas, Apéndice a la educación popular e Informes sobre la ley agraria. Su biblioteca particular parte de la de su padre, pero la amplió muy notablemente, hasta constar de unas 3500 piezas. Pasó a la Real Biblioteca a su muerte y se constituía con frecuencia de piezas interesantes, como incunables y postincunables, además de otros impresos del XVI de relieve tipográfico. También tuvo muy notables manuscritos, como el Libro del Tesoro de Bunetto Latini (RB, II/3011). Muchas de sus compras procedían de colegios jesuíticos que dispersaron sus fondos tras la expulsión de España de la Compañía en 1767, caso del de san Hermenegildo, en Sevilla, el de Carmona y otros colegios andaluces. En 1999 la Real Biblioteca editó el catálogo de sus libros en una cuidada edición a cargo de María Luis López-Vidriero, que realiza una aproximación preliminar junto al prólogo de Francisco Aguilar Piñal. Asimismo, tuvo Bruna notable monetario del que se conserva inventario en la Universidad de Sevilla (331-225), pero que fue dispersado en Inglaterra y antes por la Guerra de la Independencia.

López-Vidriero, María Luisa (Dir.), Los libros de Francisco de Bruna en el Palacio del Rey. Sevilla : Patrimonio Nacional : Fundación El Monte , 1999

Morales Borrero, Consolación, "Sobre algunos libros de la Biblioteca de Francisco de Bruna", en VV.AA., Primeras Jornadas de Bibliografía. Madrid, Fundación Universitaria Española, Seminario Menéndez Pelayo, 1977, pp. 603-620

Romero y Murube, Joaquín, Francisco de Bruna y Ahumada. Sevilla, [Ayuntamiento, Delegación de Cultura], 1965