Ex-libris

De hacia 1088 son las primeras noticias de la Abadía de Santa María Real de Párraces y su entorno. Durante los siglos XIV y XV la Abadía llegó alcanzar su apogeo, llegando a ser uno de los Señoríos de Abadengo más ricos de Castilla. En 1562 muere su abad y Felipe II decide incorporarla al Monasterio de San Lorenzo el Real, cuyo proyecto ya estaba en marcha, incorporándose efectivamente en 1575 y siendo entre tanto colegio y seminario. Por bula de 17 de septiembre de 1566, Pío V une la Abadía, al Monasterio de San Lorenzo y desde ese momento Parreces se transforma en una Vicaría.
El monarca se ocupó personalmente de los tres catedráticos que impartían docencia (Teología y Artes), más los dos maestros de Gramática. En decadencia, fue subsistiendo hasta la extinción en 1836 por la Desamortización de Mendizábal.