Ex-libris

Jurisconsulto, humanista y prelado, es una brillante personalidad del siglo XVI, destacando especialmente como jurista y ejemplo de la llamada escuela de Salamanca. Discípulo de Clenardo, tuvo muy firme base en letras humanas y en Salamanca fue discípulo de Azpilcueta, Domingo de Soto o Vitoria. En 1540 era catedrático en Salamanca, de 1548 a 1559 fue oidor en la Real Chancillería de Granada, y en 1560 visitó oficialmente y reformó la Universidad de Salamanca. Sin estar ordenado de sacerdote, se le otorga en 1556 el arzobispado de Santo Domingo dado su prestigio y en 1560 el obispado de Ciudad Rodrigo. Estuvo en el Concilio de Trento, donde fue muy activo en lo relativo a disciplina eclesiástica. Fue presidente del Consejo de Castilla en 1571, tras el cardenal Espinosa. En 1564 ya es obispo de Segovia y en 1577 se le nombra de Cuenca, pero muere a las tres semanas. Como jurista intervino en las polémicas universitarias salmantinas sobre los indios y la usura y los precios. Tuvo buena biblioteca, destacando los códices e impresos griegos, de los que una amplia parte se hallan hoy en la Biblioteca de la Universidad de Salamanca y una parte mucho más reducida en la Real Biblioteca.

Pereña, Luciano, Diego de Covarrubias y Leiva, maestro del derecho internacional. Madrid, 1957

Jurisconsulto, humanista y prelado, es una brillante personalidad del siglo XVI, destacando especialmente como jurista y ejemplo de la llamada escuela de Salamanca. Discípulo de Clenardo, tuvo muy firme base en letras humanas y en Salamanca fue discípulo de Azpilcueta, Domingo de Soto o Vitoria. En 1540 era catedrático en Salamanca, de 1548 a 1559 fue oidor en la Real Chancillería de Granada, y en 1560 visitó oficialmente y reformó la Universidad de Salamanca. Sin estar ordenado de sacerdote, se le otorga en 1556 el arzobispado de Santo Domingo dado su prestigio y en 1560 el obispado de Ciudad Rodrigo. Estuvo en el Concilio de Trento, donde fue muy activo en lo relativo a disciplina eclesiástica. Fue presidente del Consejo de Castilla en 1571, tras el cardenal Espinosa. En 1564 ya es obispo de Segovia y en 1577 se le nombra de Cuenca, pero muere a las tres semanas. Como jurista intervino en las polémicas universitarias salmantinas sobre los indios y la usura y los precios. Tuvo buena biblioteca, destacando los códices e impresos griegos, de los que una amplia parte se hallan hoy en la Biblioteca de la Universidad de Salamanca y una parte mucho más reducida en la Real Biblioteca.

Pereña, Luciano, Diego de Covarrubias y Leiva, maestro del derecho internacional. Madrid, 1957